El desarrollo de la tecnología no ha logrado detener la explotación de los recursos naturales, no se ha innovado lo suficiente como para tener alternativas sustentables, los cambios climáticos extremos nos han dejado inmersos en espacios confinados sin la posibilidad de interacción con el exterior.
Ciudades devastadas por terremotos e inundaciones han perdido su ubicación en el mapa, tormentas de polvo y arena con velocidades impresionantes son mortales para cualquier estructura en pie, el calor y el frio ya no son soportables en la delicada piel humana.
Es curioso como todas estas inclemencias se detienen 24hrs cada mes, como si fuera una especie de tregua o incluso un respiro para el planeta. Todo puede pasar en 24hrs, desde cosas productivas como una misión de exploración al espacio hasta situaciones de desesperación generadas por la supervivencia, la rapiña por conseguir insumos genera todo tipo de crimen y desorden.
El agua es el principal recurso para la supervivencia y cada día que pasa se hace más notoria su escasez, los conflictos entre regiones para hacerse con el control de dicho recurso cada vez son más letales, parece que no hay una solución pacífica o un acuerdo en común para enfrentar y abordar el problema de otra manera.
No hemos aprendido nada como seres humanos, seguimos generando desigualdad, irresponsabilidad y egoísmo, no han servido de nada los avances tecnológicos de los cuales terminamos siendo dependientes, nuestra forma de pensar sigue teniendo como prioridad la representación arcaica de superioridad, al final, creo que tenemos lo que merecemos sin alguna posible esperanza.